“Cuenta una antigua leyenda catalana que el demonio vivía en estas tierras, concretamente en el punto más alto de la Sierra de Collsacabra, el cual lanzaba rocas al valle. Los lugareños de Sant Feliu de Pallerols, cansados de esto decidieron pedir ayuda a un Ángel. El Ángel ató todas las rocas del lugar para que el demonio no las pudiera mover, consiguiendo así que el demonio se fuera del lugar”.
Cierta o no, esta historia nos sirve para entender cómo es este lugar, y de esta forma disfrutar más de él.
Como su propio nombre indica se trata de un lugar mágico, un espacio natural donde impresionantes rocas dibujan el paisaje. Se sitúa en la comarca de la Garrocha, un lugar conocido de los amantes de la naturaleza.
Además, el camino por el bosque es bastante llano y sencillo, ideal si vienes con niños. Puede ser un poco largo para los más peques, por lo que llevarse el picnic para comer allí es una buena opción. Así los niños disfrutarán jugando entre las rocas después de un buen bocadillo y antes de volver al camping.