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¡Cuida tu piel!

¿Cómo elegir el mejor protector solar?

Última actualización: 13 Junio 2024

Protegerse con crema solar

El 20 de junio empieza el verano, lo que significa que es hora de usar diariamente un protector solar para cuidar tu piel. Como lo sabes, los rayos del sol emiten radiación ultravioleta que pueden provocar daños en tu cuerpo. Y seguramente ya te encontraste este tipo de situación: quieres ir de vacaciones al sol y vas al supermercado para comprar un protector solar, pero no sabes cuál elegir porque existe una infinidad de opciones. Vamos a explicarte cómo elegir el mejor protector solar según los rayos del sol, el tipo de protección, tu edad, tus necesidades y el impacto del producto en el medio ambiente.

Ropa y accesorios de playa que salen de una bolsa
¿Qué son los rayos UVA y UVB?
La radiación ultravioleta (UV) o rayos UV son rayos invisibles emitidos por el sol (nuestra fuente natural de radiación UV) y por fuentes artificiales tales como las lámparas solares, luces de vapor de mercurio, algunos tipos de láser, etc. Existen tres índices de radiación ultravioleta, pero los rayos UV que llegan hasta la superficie de la Tierra son los rayos llamados UVA y UVB.

Los rayos UVA pasan totalmente la capa de ozono y penetran fácilmente por la piel y sus diferentes capas: la dermis (capa media) y la hipodermis (capa profunda). Además estos rayos son responsables del envejecimiento prematuro de la piel.

A la diferencia de los rayos UVB que atraviesan parcialmente la capa de ozono y solo penetran la epidermis (capa superficial de la piel). Estos rayos son responsables de las quemaduras solares y, a largo plazo, de daños mucho más importantes como, por ejemplo, cánceres de piel. Por eso, todos los profesionales sanitarios y especialistas de la piel recomiendan usar protectores solares y filtros solares para proteger la piel de ambas radiaciones ultravioletas.

Dos mujeres que toman el sol en la playa
¿Cómo proteger tu piel del sol con SPF? ¿Qué hace el SPF?

En el momento de elegir una crema solar de cualquier tipo, vas a encontrar muchos términos e información que posiblemente no conoces.

Primero, existen dos tipos de protector solar según los ingredientes que llevan: los minerales (o físicos) y los químicos. Las cremas solares minerales funcionan reflejando la luz UV, mientras que las químicas la absorben.

Segundo, cada protector solar menciona en su embalaje un SPF (las siglas de Sun Protection Factor en inglés) o FPS (Factor de Protección Solar en español), un índice que hace referencia al periodo de tiempo durante el cual el producto protegerá tu piel de los rayos UV. Los ingredientes de estos productos permiten reflejar o absorber los rayos UV y prevenir los daños del sol.

El SPF se suele indicar con un número relacionado con la cantidad de radiaciones necesarias para sufrir una quemadura solar. ¡Cuidado! Este factor de protección depende tanto del tiempo de exposición como del momento en el que lo haces: por ejemplo, los rayos del sol son siempre más peligrosos entre las 14 h y las 16 h.

Para proteger tu piel con una crema solar, tienes que entender los diferentes niveles de protección:
  • SPF 50+: significa que la protección es muy alta (puedes recibir más cantidad de sol sin quemarte)
  • SPF entre 30 y 50: significa que la protección es alta
  • SPF entre 15 y 25: significa que la protección es media
  • SPF de menos de 15: significa que la protección es baja
Así, cuánto más alto es el número indicado junto al SPF, más tiempo durará su protección contra los rayos UVB.

Manos cogiendo un recipiente de crema solar SPF 50

¿Y cómo protegerte de los rayos UVA? Puedes mirar en los envases de los protectores solares y sus logotipos: si el término «UVA» se encuentra en el interior de un círculo, la crema solar protege también contra los UVA (por 1/3 del valor del SPF) y cumple con la recomendación europea. También existen protectores solares de «amplio espectro» que tienen la capacidad de proteger la piel tanto de los rayos ultravioletas como de los rayos infrarrojos (IR-A) o de la luz azul (rayos HEV).

La importancia de la protección solar según la edad
A medida que creces, tu piel no solo cambia de aspecto, sino también de profundidad. Aunque tengas siempre el mismo número de capas, tu piel experimenta cambios que reflejan la evolución de sus necesidades. Por esta razón, la protección solar se tiene que seleccionar en función de la edad de la persona que la utiliza.

  • Los bebés:
Como explicado anteriormente, la primera capa es llamada epidermis. La de los bebés es particularmente fina lo que impacta su resistencia, su hidratación, su sensibilidad a agresiones microbianas, físicas y químicas, y su sensibilidad a los rayos del sol. Por eso, los bebés no se deben exponer directamente al sol y en caso de exposición, deben llevar ropa con protección solar y sombreros de ala ancha. Si es necesario, se puede usar un protector solar con filtros físicos (es decir, minerales) en pequeñas áreas. Recuerda que tienen que ser hipoalergénicos para evitar las alergias.

  • Los niños:
A partir de los tres años, la piel de los niños es un poco más madura, pero queda todavía sensible a los rayos del sol. Además, los niños suelen permanecer más tiempo al aire libre y están expuestos tres veces más a la radiación ultravioleta (cuando juegan fuera, por ejemplo). Así, se puede usar un protector solar con filtros físicos o químicos, con un SPF50 o más, hipoalergénico y resistente al agua.

Persona aplicando crema solar en la cara de una niña
  • Los adultos:
Los adultos tienen una piel más gruesa y menos sensible que la de los niños. Pueden usar diferentes tipos de protectores solares y con una protección media según la sensibilidad de la piel de cada uno. Existen geles que suelen utilizarse en zonas con vello, cremas para las áreas secas o también barras que ayudan a aplicar protección alrededor de los ojos.

  • A partir de los 40:
A partir de los cuarenta años, las personas vuelven a tener una piel sensible, debido a zonas secas, la falta de hidratación y el envejecimiento de la piel. Se debe utilizar un protector solar con protección alta e, idealmente, cremas solares que combinan una buena hidratación.

Adapta la protección solar a tus necesidades
Ahora que sabes cómo elegir tu protector solar según tu edad, tienes que fijarte en el motivo por el que quieres comprar una crema solar. Los rayos del sol nos llegan siempre, haya nubes o no, pero en diferentes cantidades según la temporada, el lugar, o el día.

  • Uso diario o exposición prolongada:
Si quieres comprar una protección solar para un uso diario sin exposición larga, te recomendamos aplicar un protector cada día en la cara porque es la zona más expuesta al sol. Existen cremas de día o cremas hidratantes para la cara con SPF incluido. Y si te gusta el maquillaje, existen cremas o bases de maquillaje de color con SPF incluido también. Así puedes proteger tu cara fácilmente sin preocuparte por los posibles daños del sol en tu piel.

Si te vas de vacaciones, o quieres encontrar tu protector ideal para una exposición prolongada al sol, te recomendamos una crema solar con un SPF entre 30 y 50+. En el caso en el cual te gustaría ir a la playa o a la piscina, te recomendamos cremas solares con SPF alto y resistentes al agua. Sobre todo, no olvides que algunas superficies tales como el agua, la nieve o la arena reflectan la radiación ultravioleta, entonces tu cuerpo queda más expuesto.

Persona aplicándose crema solar en las piernas
  • Según el fototipo:
Además, es importante saber que no todas las pieles son iguales, ni todas asimilan la radiación del sol de la misma manera. Es decir que cada uno, según su tipo de piel, debe usar un SPF adecuado, adaptar su tiempo de exposición al sol, y la frecuencia de aplicación de crema solar. Existe una clasificación de los diferentes tipos de piel en función de su reacción a la luz del sol, llamados fototipos. Esta reacción depende del color de la piel y del resultado de la exposición al sol (quemaduras y bronceado). Hay seis fototipos cutáneos distintos:

  • Fototipo I: Son las personas con la piel blanca o pálida, generalmente los ojos azules y el pelo rubio o pelirrojo. Tienen un riesgo de quemadura muy alto y nunca broncean.
  • Fototipo II: Son los individuos que tienen la piel clara, los ojos claros y el pelo rubio. Ellos también se queman con mucha facilidad y broncean raramente.
  • Fototipo III: Éstas son las personas con la piel de tonalidad intermedia y el pelo castaño. Adquieren un bronceado gradual y sus riesgos de quemadura son moderados.
  • Fototipo IV: Son las personas que tienen la piel morena, los ojos marrones y el pelo castaño o negro. Broncean fácilmente y son menos propensas a quemarse.
  • Fototipo V: Son los individuos muy morenos, con el pelo y los ojos oscuros. Adquieren un bronceado intenso muy rápido y no suelen quemarse nunca.
  • Fototipo VI: Estos individuos tienen la piel oscura o negra y los ojos oscuros. Nunca se queman y tienen una capacidad de bronceado al máximo.
Por cierto, ¿sabías que el bronceado depende de la cantidad y del tipo de melanina presente en tu piel? La melanina es un término en biología que corresponde al pigmento responsable del color de tu piel, de tu pelo, etc. También, la melanina te ayuda a bloquear los rayos UV hasta cierto punto. Es por eso que los fototipos IV, V y VI tienen más capacidad de bronceado y menos riesgos de quemarse. Cuánta más melanina oscura (o eumelanina) produces, más protección natural tendrás. Así, aunque ponerte un protector solar no afecte tu bronceado, sí te protegerá de los rayos UV.

No olvides que puedes también adaptar el tipo de protección solar según las necesidades de tu piel y tus preferencias: existen cremas, aguas solares, aceites, geles, barras…

Persona poniendo crema solar en la palma de su mano
¿Qué medidas puedes tomar para proteger el medio ambiente al usar protector solar?
Ahora que tienes toda la información en relación con tu piel, tienes que saber que algunos protectores convencionales contienen ingredientes químicos con efectos nocivos para el medio ambiente. Se trata sobre todo de ingredientes como filtros solares utilizados en las cremas solares, que son el oxibenzona y el octil metoxicinamato. Esos ingredientes pueden contaminar los océanos e impactar los ecosistemas acuáticos: por ejemplo, los arrecifes de coral en contacto con esos ingredientes encuentran dificultades para crecer o, en casos más graves, mueren.

No te preocupes, ¡existen soluciones! Puedes usar un protector solar biodegradable. Significa que puede ser degradado por acción biológica, sin tener impacto peligroso en los ecosistemas. Existen cremas solares con activos e ingredientes en su formulación que se descomponen en el medio ambiente y que te protegen al mismo tiempo. Por ejemplo, los protectores que contienen filtros minerales (de dióxido de titanio o óxido de zinc) o con el 95 % de ingredientes de origen natural. Estas cremas solares biodegradables se pueden identificar mediante certificaciones y sellos en su embalaje. Además, suelen tener embalajes reciclables.

Vista bajo el agua de un arrecife de coral y peces
Aquí encontrarás 5 protectores solares que te aconsejamos según la persona y el motivo por el que lo necesitas:

  • VINOSUN PROTECT - El Agua Solar Alta Protección SPF50+ de Caudalie: Esta agua solar es para adultos y niños de más de 3 años, y todos los tipos de piel. Se puede aplicar en el cuerpo, la cara y el pelo. Este producto es vegano, sin oxibenzona ni octilmetoxicinamato y el embalaje se puede reciclar. Además, la marca recoge residuos plásticos del océano y recicla tantos residuos como utiliza.
  • El SUN SECURE Spray SPF50+ de SVR: Esta crema solar resiste al agua y ofrece una protección de amplio espectro. Tiene un efecto hidratante y ultra-ligero en la piel. También es un producto respetuoso con el medio marino, gracias a una formula biodegradable y su tubo que se recicla totalmente, por lo que se puede tirar en el contenedor amarillo.
  • ANTHELIOS MINERAL ONE SPF50+ de LA ROCHE-POSAY: Este producto ofrece una protección mineral alta y una protección contra los UVA también, para un uso diario. Contiene vitamina E (efecto antioxidante), ácido hialurónico (aporta hidratación) y un filtro mineral (dióxido de titanio).